Cientos de mujeres llegan cada pocos meses queriendo trabajar para él, pero les explica que esto no funciona así sino que él alquila habitaciones de su hotel a las putas para que sean ellas quienes se busquen los clientes en el bar del hotel, por la calle en caso de las putas callejeras, o mediante anuncios en internet y luego lleven allí a los clientes. O nada de eso: que vivan allí como en cualquier otra habitación en piso compartido o habitación de hotel.
Cierto que tampoco le alquila habitaciones a cualquiera salvo a los villanos mesetarios de madrín en temporada alta, sino que acepta como inquilinas exclusivamente a las más guapas, las más jóvenes dentro de la mayoría de edad legal en España, o las más resultonas (tetonas) según le entren por el ojo. Como excepción siempre deja una vieja según su criterio, una gorda pero no escandalosamente gorda, y un travesti que siempre vienen bien, se justifica.
Con ese criterio de admisión de huéspedes se asegura que las putillas le puedan pagar el alquiler, porque trabajan lo suficiente con los clientes del bar que van buscando la rotación que siempre hay entre las putas. Incluso me comenta hay una especie de agencia de viajes que van rotando las putas por toda España a cambio de una comisión que pagan las putas y otra que pagan los locales de las distintas provincias con las que tienen acuerdos de colaboración.
Por motivos de protección de datos no quise ver los currículums que amablemente me ofreció para que ojeara, aunque me los imagino tal que así:
14.537 pollas chupadas (imagino que distinguirán entre sin o con goma)
6 meses en el puticlú de La Junquera o como coño quiera que sea que se escriba
7 famosos a los que me he follado, entre ellos al carlangas
Y por supuesto el enlace al perfil de instagram, la red social donde todas las putas tienen cuenta.
¿Apostamos a que ya mismo sacan un linkedin para putas?
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